El sensor de posición del acelerador se encarga de informar a la ECU de la posición de la mariposa del acelerador, con el fin de regular la mezcla aire-combustible. Suele presentarse de forma removible o integrada en el cuerpo de aceleración.
Los sensores de corriente son fundamentales para el funcionamiento de mecanismos de balance de carga y suministro eléctrico en vehículos modernos.
La válvula EGR, esencial en los sistemas modernos de gestión de emisiones, se encarga de redirigir gases de escape hacia la admisión del vehículo para disminuir la formación de óxidos de nitrógeno.
El sensor de detonación (Knock Sensor) se encarga de detectar vibraciones asociadas a detonaciones, para, posteriormente, convertirlas en señales eléctricas para la ECU.
El protocolo FlexRay, diseñado para satisfacer las exigencias de los sistemas modernos de control electrónico, se consolida como la infraestructura de red automotriz más robusta en sistemas de dirección y control de chasis.
El sensor TPMS se encarga de supervisar la presión de los neumáticos, midiendo continuamente la presión de cada rueda y transmitiendo dicha información a la unidad de control del vehículo.
El mantenimiento preventivo automotriz asegura la eficiencia operativa del vehículo y prolonga su vida útil.
La prevención del sobrecalentamiento del motor consiste, principalmente, en la revisión del sistema de regrigeración automotriz (radiador, bomba de agua y termostato).