El sensor TPMS es un sistema de supervisión de la presión de los neumáticos que mide continuamente la presión de cada rueda y transmite esa información de forma inalámbrica a la unidad de control del vehículo. Gracias a esta tecnología, es posible detectar desviaciones de presión que superan el 25 % del valor óptimo y activar una señal de advertencia en el tablero antes de que afecten la seguridad y el desempeño.
Cuando la presión en alguno de los neumáticos desciende por debajo del umbral recomendado, el sensor TPMS envía una alerta inmediata al conductor, encendiendo una luz en el panel de instrumentos. Esta funcionalidad contribuye a mantener la estabilidad del vehículo, mejorar la eficiencia del combustible y prolongar la vida útil de los neumáticos.
¿Cómo funciona el sensor TPMS?
El sensor TPMS se instala en la válvula de inflado de cada neumático y contiene un transductor que mide la presión del aire en tiempo real. Estos dispositivos suelen integrar un transmisor de radiofrecuencia que envía periódicamente los datos de presión a la ECU (unidad de control electrónico) del vehículo. Al procesar esta información, el sistema detecta cualquier desviación significativa respecto al valor de referencia predefinido.
Además, el proceso de activación es automático: cuando la ECU identifica que la presión ha caído más de un 25 % por debajo del nivel óptimo, se genera un código de falla que ilumina una señal de advertencia en el tablero. Este mecanismo permite al conductor tomar medidas correctivas oportunas, como inflar los neumáticos o inspeccionarlos en busca de fugas.
Fallas comunes del sensor TPMS
Daño físico a los sensores
Los sensores TPMS instalados en las válvulas están expuestos a riesgos mecánicos durante el cambio de neumáticos o el inflado. Un impacto o manipulación inadecuada puede dañar los componentes electrónicos internos o deformar la carcasa, afectando la precisión de la medición y la transmisión de datos.
Batería agotada
Cada sensor TPMS integra una batería con una autonomía aproximada de 5 a 7 años. Una vez agotada, el dispositivo deja de enviar señales y el sistema no puede supervisar la presión. En este caso, es necesario reemplazar el sensor completo o, en función del diseño, únicamente el módulo de batería si es extraíble.
Interferencias en la transmisión
Las señales inalámbricas de los sensores TPMS pueden sufrir interferencias por otros dispositivos electrónicos o sistemas de comunicación cercanos. Esta perturbación puede provocar lecturas erráticas o pérdidas temporales de señal, por lo que en vehículos con múltiples sistemas inalámbricos se recomienda verificar la compatibilidad y el enrutamiento de antenas.
Aisladores de sonido
La instalación de material aislante para sistemas de sonido, especialmente aquellos que utilizan láminas de aluminio, puede atenuar la señal de radiofrecuencia de los sensores TPMS. Esto dificulta la recepción de datos en la ECU y puede generar falsas alertas de baja presión. Es fundamental evaluar el tipo de material insonorizante y su proximidad a las antenas receptoras.