El sensor ECT en mal estado es una de las causas más frecuentes de problemas durante el arranque en frío y de un comportamiento anormal del motor en las primeras fases de operación. El sensor ECT (Engine Coolant Temperature) informa a la ECU la temperatura real del refrigerante, dato crítico para calcular la cantidad de combustible inyectado, el avance de encendido y la estabilización de las rpm en condiciones de motor frío.
Cuando el sensor ECT en mal estado entrega una señal incorrecta, la ECU basa todas sus decisiones en una información térmica errónea. Esto altera la estrategia de arranque, provoca enriquecimientos innecesarios de la mezcla y genera síntomas que muchas veces se confunden con fallas mecánicas o de encendido, tal como se analiza en los procesos de diagnóstico electrónico aplicados en Auto Avance.
Función del sensor ECT en la gestión electrónica del motor
Cómo la ECU utiliza la señal del sensor ECT
El sensor ECT es un termistor cuya resistencia varía según la temperatura del refrigerante. La ECU interpreta esa variación como un valor de temperatura y ajusta parámetros fundamentales del motor. Durante el arranque en frío, el sistema requiere una mezcla más rica y un control preciso del ralentí para garantizar una combustión estable mientras los componentes alcanzan su temperatura de operación.
En sistemas antiguos, esta función la cumplía el choke mecánico, encargado de enriquecer la mezcla cuando el motor estaba frío. En los sistemas modernos, la ECU reemplaza ese mecanismo utilizando exclusivamente la información del sensor ECT. Si el dato es incorrecto, la lógica de control se ve comprometida desde el primer giro del motor.
Sensor ECT en mal estado: causas comunes
Corrosión interna y refrigerante inadecuado
Una causa recurrente del sensor ECT en mal estado es la corrosión interna del elemento sensor, generalmente provocada por el uso de agua común o refrigerantes de baja calidad. Estos fluidos deterioran el contacto eléctrico y alteran la respuesta térmica del sensor, generando lecturas fuera de rango o señales inestables hacia la ECU.
Cuando esto ocurre, la computadora puede interpretar que el motor está más frío de lo real, incluso después de haber alcanzado la temperatura normal de funcionamiento. Como consecuencia, el sistema mantiene estrategias propias del arranque en frío durante todo el ciclo de operación.
Síntomas de un sensor ECT defectuoso
Arranque difícil, mezcla rica y marcha mínima inestable
Un sensor ECT en mal estado se manifiesta con arranques prolongados en las mañanas, olor fuerte a gasolina, tendencia al ahogamiento y una marcha mínima irregular. La inyección excesiva de combustible provoca bujías húmedas, carbonización interna y una pérdida progresiva de eficiencia del motor.
En los casos más críticos, cuando el sensor queda “pegado” reportando baja temperatura, la ECU mantiene permanentemente la mezcla rica. Esto se traduce en alto consumo de combustible, contaminación del aceite por gasolina no quemada, deterioro acelerado del catalizador y encendido constante del testigo Check Engine. Desde la percepción del conductor, el vehículo “gasta gasolina sin razón”, cuando en realidad la ECU está ejecutando órdenes basadas en una señal falsa.
Importancia del diagnóstico del sensor ECT
Revisión eléctrica y estado del sistema de refrigeración
Evaluar el sensor ECT en mal estado no debe considerarse un mantenimiento menor. Es indispensable revisar su estado físico, verificar la señal de voltaje frente a cambios reales de temperatura y comprobar la calidad del refrigerante utilizado en el sistema. Un sensor ECT con lectura errónea compromete la salud electrónica del motor y afecta directamente su vida útil, como se enfatiza en los procesos de diagnóstico profesional abordados por los instructores automotrices de Auto Avance.
Un diagnóstico correcto permite restablecer la lógica de control de la ECU, optimizar el arranque en frío y evitar daños colaterales costosos que, con frecuencia, se originan en un componente pequeño pero crítico dentro del sistema de gestión electrónica del motor.
