El voltaje del sensor de oxígeno determina la eficiencia de la combustión y permite al técnico interpretar con precisión la riqueza o lejanía de la mezcla aire-combustible. Un control adecuado de este parámetro garantiza un funcionamiento óptimo del motor y reduce emisiones contaminantes al mínimo.
Este indicador debe medirse con el motor a temperatura de operación, en bucle cerrado. Valores fuera de los rangos establecidos pueden indicar deterioro del sensor, problemas en el cableado o irregularidades en el sistema de inyección de combustible, por lo que una interpretación correcta resulta esencial para un diagnóstico certero.
Cómo medir el voltaje sensor de oxígeno
Para realizar la medición:
- Configure un multímetro en la escala de voltios DC.
- Localice el cable de señal del sensor y conecte la punta positiva del multímetro.
- Asegúrese de verificar también la alimentación del circuito de calentamiento (12 V) y, con el motor apagado, mida la resistencia del calentador.
- Registre la oscilación de la señal durante el funcionamiento a régimen de ralentí.
Rango de voltaje del sensor de oxígeno convencional (Zirconio)
En motores calientes y en modo de operación normal (bucle cerrado), la señal del sensor de oxígeno convencional debe oscilar entre 0,1 V (mezcla pobre) y 0,9 V (mezcla rica). Si el voltaje permanece estable fuera de ese rango, puede deberse a un sensor defectuoso o a una mezcla de combustible incorrecta, por lo que se recomienda inspeccionar tanto el elemento sensor como los inyectores y el mapa de inyección.
Sensor de oxígeno calentado (HO2S)
El sensor HO2S integra un circuito de calentamiento que acelera su puesta en temperatura de operación. Debe presentar la misma oscilación de señal (0,1 V–0,9 V) que el sensor convencional y, adicionalmente, el conector de alimentación del calentador debe entregar aproximadamente 12 V. Una resistencia de calentador fuera del rango de 3–15 Ω (con motor apagado) indica fallo interno del circuito de calentamiento.
Sensor de banda ancha y resistencia del calentador
Los sensores de banda ancha ofrecen un rango más amplio y preciso, entre 1,5 V y 4,5 V, mejorando el control de la mezcla aire-combustible en aplicaciones de alto rendimiento. La resistencia del calentador, medida con el sensor frío, debe mantenerse dentro de 3–15 Ω; valores superiores o inferiores sugieren desgaste del elemento calentador o problemas de conexión.