El sensor de presión de sobrealimentación (BPS) es un componente esencial para el control del aire comprimido en motores equipados con turbocompresor. Su función principal es medir la presión generada en el colector de admisión para que la unidad de control ajuste la mezcla, el avance y la carga del motor sin comprometer su integridad. Este sensor es clave en estrategias de protección y en la regulación adecuada del Boost, especialmente en sistemas modernos con exigencias de precisión más estrictas.
¿Qué mide el sensor de presión de sobrealimentación?
El sensor registra dos tipos de información: presión absoluta y presión relativa generada durante la sobrealimentación. Su señal es interpretada por la ECU para determinar si el motor opera dentro de los parámetros establecidos y si la presión corresponde al nivel de carga solicitado por el conductor.
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Función estructural del BPS
El sensor está ubicado generalmente en el colector de admisión. Dentro del cuerpo del BPS se encuentra un transductor sensible a las variaciones de presión, el cual genera una señal eléctrica proporcional. Esta señal es enviada directamente al módulo de control y comparada con mapas de referencia. Si se detectan desviaciones, la ECU corrige el funcionamiento del turbo para mantener estabilidad operativa.
Señal eléctrica y comportamiento esperado
La señal que entrega el sensor varía según la presión interna del colector. A menor presión se observa un voltaje reducido y, a medida que aumenta la sobrealimentación, el voltaje incrementa progresivamente. Esta proporcionalidad permite a la ECU calcular en tiempo real el Boost efectivo y determinar correcciones en la mezcla, encendido y apertura de la válvula de descarga.
¿Cuál es la importancia del sensor BPS en al protección del motor?
Cuando el sensor detecta un nivel de presión superior al permitido, la ECU actúa reduciendo el caudal del turbo o aplicando estrategias de emergencia para evitar daños. Por el contrario, si la presión es más baja de lo previsto, se registra pérdida de potencia y el motor puede entrar en modo seguro para protegerse.
¿Qué pasa si falla el sensor?
Una lectura incorrecta altera por completo el control del turbo. La ECU puede limitar la potencia, generar fallos en la mezcla y activar códigos de error asociados a presión fuera de rango. Identificar este comportamiento permite descartar fallas mecánicas del turbo antes de reemplazar componentes.