La función principal del sistema ABS consiste en controlar la velocidad de las ruedas cuando el pedal de freno está siendo presionado, asegurándose de que ninguna rueda reduzca su velocidad más rápido que el resto. Esto abre la posibilidad a un “bloqueo” en las ruedas.
El equivalente moderno se conoce como “control de estabilidad”, y es mucho más avanzado que el sistema ABS estándar. Hoy en día, los vehículos están equipados con un sistema de anti-deslizado, que funciona, en cierta forma, de manera contraria al ABS. Si existe un incremento en la razón de cambio individual en una de las ruedas del vehículo al acelerar, esta recibirá una presión de frenado que hará reducir su diferencia con el resto. Durante este tiempo, la unidad de control electrónico cambia el torque. El testigo del ABS no se ilumina antes, ni durante, ni después de la acción mencionada anteriormente; es decir, la ECU no percibe esto como un “fallo”, sino como el funcionamiento normal del sistema ABS.
¿Qué sensores conforman el sistema ABS?
Los sensores ABS se dividen en dos tipos:
- Pasivo (análogo)
- Activo (digital)

Principios generales de funcionamiento
El sistema ABS se basa en tres elementos principales: sensores de velocidad de rueda, una unidad de control electrónico (ECU) y el actuador hidráulico. Cada rueda incorpora un piñón y un sensor inductivo donde la rotación del engrane induce un voltaje AC proporcional a la velocidad angular. La unidad hidráulica contiene acumulador, bomba electrohidráulica y válvulas de entrada y salida que permiten aumentar, disminuir o mantener la presión del freno en ciclos de 5 a 10 Hz para evitar el bloqueo.
Durante frenadas normales, el fluido circula desde el cilindro maestro hacia la cámara de freno sin intervención del ABS. En una frenada de emergencia, la ECU acciona las válvulas, libera presión hacia el acumulador y activa la bomba para retroalimentar el cilindro maestro. Cuando desaparece el riesgo de bloqueo, el sistema estabiliza nuevamente la presión y restablece el circuito, completando un ciclo y repitiéndolo si es necesario. En su configuración completa, un ABS incorpora cuatro sensores y cuatro pares de válvulas para un control individual por rueda.
Sensor ABS pasivo (analógico): Funcionamiento
Construcción y señal generada
El sensor pasivo opera mediante una bobina y un núcleo imantado. Cada diente del engrane genera un pulso de voltaje, cuya forma depende de múltiples factores: intensidad del campo magnético, número de espiras, diseño del piñón reluctor, distancia entre sensor y engrane y velocidad de rotación. Al entrar un diente en el campo magnético se produce un pico positivo; al salir, un pico negativo equivalente. La amplitud aumenta con la velocidad del vehículo y disminuye a bajas velocidades.
Variaciones y fallas comunes en la señal
Un daño mecánico en los dientes del reluctor altera la forma de onda; el desgaste genera irregularidades visibles en el patrón. La señal se entrega mediante dos terminales: una salida a la ECU y un retorno a masa. A velocidades muy bajas la amplitud se reduce y el tiempo entre pulsos aumenta.
Funcionamiento del sensor activo (digital)
Ventajas técnicas
El sensor activo ofrece lectura estable incluso a velocidades cercanas a cero, además de identificar el sentido de giro. Su tamaño compacto permite integrarlo al cojinete de rueda, aunque esto eleva el costo de reparación, ya que la falla del sensor obliga a reemplazar todo el conjunto. Produce una señal digital en forma de onda cuadrada y opera de forma similar a un sensor Hall, con electrónica interna que amplifica la señal a partir de un voltaje de referencia de 5V o 12V.
El elemento giratorio es un anillo multipolar (norte-sur) cuya alternancia genera el flujo magnético que la electrónica procesa para producir la señal. La salida es confiable desde 0 mph, a diferencia del sensor pasivo que resulta impreciso por debajo de 25 mph. Usualmente posee tres cables (alimentación, señal y masa), aunque algunos diseños operan con dos. Existen también sensores activos con antenas que transmiten radiofrecuencia hacia la ECU.
Procedimientos de verificación del sensor ABS pasivo
La verificación incluye inspección física del engrane y del sensor, comprobación de alimentación, revisión de la holgura entre sensor y piñón y medición de resistencia interna con ohmímetro. Una resistencia excesivamente alta indica circuito abierto; valores muy bajos señalan cortocircuito en la bobina.
Posteriormente se realiza una prueba con osciloscopio con la rueda elevada. Se conecta la punta activa al terminal de señal y la referencia al chasis. Al girar la rueda, debe observarse una onda alterna cuyos ciclos corresponden a la velocidad de rotación. El procedimiento debe repetirse en todas las ruedas para comparar condiciones.
Procedimientos de diagnóstico para el sensor ABS activo
Dado que el sensor activo posee electrónica interna, no es verificable con un ohmímetro convencional. La forma más rápida de identificar si un sensor es activo o pasivo es mediante medición con voltímetro: si al encender el contacto se observa entre 5 y 12V, se trata de un sensor activo; si no hay voltaje, es pasivo.
Luego se mide el voltaje de referencia con la rueda en movimiento. El sensor debe alternar valores de alto (aprox. 1.65V) a bajo (0 a 0.9V). Para análisis avanzado, el osciloscopio permite visualizar la señal cuadrada correspondiente a un ciclo por cada diente del anillo multipolar.
Causas comunes de falla del sensor ABS activo
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Los sensores trabajan en entornos severos: vibración, agua, barro, cambios térmicos y suciedad. Los cables deben soportar movimiento constante por suspensión y dirección. Estas condiciones, sumadas al desgaste natural, son las causas habituales de fallas en los sensores ABS digitales.