Los fallos en el turbo reducen potencia, elevan consumo y provocan humos o ruidos anormales. Un diagnóstico oportuno y un mantenimiento riguroso evitan reparaciones costosas.

Los fallos en el turbo reducen potencia, elevan consumo y provocan humos o ruidos anormales. Un diagnóstico oportuno y un mantenimiento riguroso evitan reparaciones costosas.
